Es el crecimiento anormal de la conjuntiva que invade la córnea. Es una enfermedad geográfica, muy frecuente en la zona ecuatorial, notablemente relacionada con la radiación solar. Se puede prevenir usando gafas de sol, pero una vez establecido el único tratamiento definitivo es la resección quirúrgica.
Es inquietante saber que en el decursar del tiempo, después del enorme desarrollo científico y técnico alcanzado en los últimos años y de las innumerables técnicas quirúrgicas realizadas, el pterigium sigue constituyendo un problema objetivo en la práctica oftalmológica. Esta es una afección de tratamiento netamente quirúrgico. Todos los intentos terapéuticos ensayados han fracasado porque es difícil poder destruir total y exclusivamente la masa de tejido conectivo subconjuntival que constituye el cuerpo real del pterigium.
La frecuencia de recidiva está entre el 20 y el 40 % con las técnicas convencionales. Los procedimientos quirúrgicos repetidos sobre la córnea que tratan de eliminar este pliegue membranoso conjuntival, con frecuencia producen pérdida del tejido y cicatrices retráctiles, y llegan a ocasionar daños mayores.
Plastia libre conjuntival es un proceder empleado con éxito en los últimos años. Consiste en la limpieza exhaustiva del área del pterigium y trasplante de conjuntiva normal hacia la zona cruenta, donde éste fue disecado.
La plastia libre conjuntival es un proceder efectivo y seguro que se emplea básicamente en el pterigium recidivante: realizarla en el primario ofrece garantías de éxitos, ya que las estructuras del segmento anterior mantienen intacta su morfología.
La frecuencia de recidiva con la plastia libre conjuntival y de limbo superior reduce a un 0,5-1% la posibilidad de recidiva.